¿Está aumentando el interés de la Generación Z por la estética tradicional y el estilo de vida cottagecore?
Un estilo de vida hogareño, donde puedes preparar en casa pan comprado en el supermercado de la manera más sencilla posible, con pocas herramientas y mínima intervención, es un placer que la mayoría de estos adolescentes, conocidos como Generación Z, no han experimentado. El placer de un estilo de vida hogareño y tradicional no es solo para la Generación Z, sino para todos los seres humanos. Una generación conocida por su creatividad, incluso en medio de un mundo ruidoso, también se interesa por estas experiencias, y sería completamente erróneo decir que la Generación Z sigue únicamente un estilo específico y de moda, inspirado mayormente por las redes sociales. A veces también se cansan de la vida urbana y digital, y se sienten atraídos por una vida y experiencias autogestionadas en un entorno que ellos mismos crean de manera sencilla. Trabajar con sus manos y crear algo tangible les aporta una profunda satisfacción.
¿Qué es la Generación Z?
La Generación Z es la generación nacida desde mediados de la década de 1990 hasta principios de la de 2010, cuyas vidas están completamente conectadas a internet y al mundo digital. Han crecido con internet y la tecnología desde la infancia. Suelen caracterizarse por su conciencia social y ambiental, su disposición a aceptar la diversidad cultural y su preferencia por consumir contenido en formato de videos e imágenes. Moldean su identidad en tiempo real, inspirándose en diferentes subculturas, épocas y comunidades en línea. La Generación Z no es solo consumidora de tendencias: son quienes las ajustan y recombinan. Es una mezcla de intereses, pasiones e identidades que desafía una sola “estética”.
Pero siempre hay excepciones: una generación que busca escapar del ajetreo de un mundo que parece repetitivo y poco intuitivo.
Estética tradicional o (cottagecore)
El cottagecore, o el estilo de casas de campo, que se introdujo en las redes sociales en forma de videos cortos en los últimos años, ha surgido como una tendencia de moda y decoración del hogar. Esta tendencia simple y anticuada logró atraer gran popularidad. Este estilo romantiza la vida rural y enfatiza la simplicidad, la naturaleza y el retorno a las artesanías tradicionales. Ropa de lino hecha en casa en lugar de pantalones de tela de oficina. Pan casero que llena el espacio con el aroma de la cocción, ranas alrededor del estanque, hongos escondidos bajo las hojas de los arbustos del bosque... placeres que pueden inspirar sensaciones de frescura o cierta vitalidad al estar presentes en ellos. Esta tendencia estética tradicional es en parte una reacción al mundo digital acelerado y ofrece un dulce escape.
¿Por qué la Generación Z se siente atraída por la estética tradicional?
Si observamos este interés en general, tendríamos que decir que la variedad que el espacio digital ha brindado a los individuos y usuarios es muy amplia y diversa, y puede ser difícil para la generación más joven adaptarse a toda esa diversidad. El mundo digital es fascinante en sí mismo, y nadie puede negar sus encantos. Sin embargo, admitamos que tratar de experimentar todo ese encanto y sumergirse en tendencias y modas puede hacernos sentir insuficientes. La presión social diaria que sufren los adolescentes puede generarles ansiedad. Además, todos estamos, de alguna forma, cansados de vivir en un mundo digital y de tecnología acelerada. El mundo digital brinda muchas comodidades, pero a veces seguir ese ritmo puede ser agotador.
Entonces, ¿por qué la Generación Z, que creció con iPads y Snapchat, se interesa por un estilo de vida más tradicional y hogareño como el cottagecore? La respuesta es que cada generación enfrenta sus propios desafíos y conflictos culturales, y la Generación Z también se interesa por un estilo de vida que aquí denominamos estética tradicional o estilo cottagecore.
Siendo honestos, las redes sociales han acelerado y facilitado este impacto, especialmente con el uso de videos cortos. Hay muchas razones para estar ansiosos o enojados en el mundo actual, pero al convertir el cottagecore en una tendencia, las redes sociales han permitido que las personas pasen de un mundo nuevo, desafiante y preocupante, a una vida feliz y saludable en el corazón de la naturaleza (sin riesgo de deforestación). Este cambio no solo ha traído muchos beneficios a la nueva generación, sino que también ha brindado la oportunidad a personas que durante mucho tiempo habían olvidado los placeres simples de la vida de volver a la paz y la comodidad.
El papel de las redes sociales en la promoción del cottagecore
Las plataformas de redes sociales como Instagram, TikTok y Pinterest han desempeñado un papel crucial en la promoción del estilo de vida Cottagecore. A través de videos cortos y fotos visualmente cautivadores, estas plataformas han hecho que esta estética tradicional sea accesible y atractiva para millones de personas. Los videos de formato corto en plataformas como TikTok permiten a los usuarios consumir e interactuar rápidamente con esta tendencia de estilo de vida. Las personas pueden ver cómo otros disfrutan de actividades como hornear pan, cultivar un huerto o coser ropa, lo que les anima a probar estas actividades por sí mismos.
La naturaleza visual de estas plataformas es particularmente efectiva para mostrar la belleza de la simplicidad y el encanto de las manualidades. Como resultado, la estética Cottagecore se ha convertido en una forma de escapismo que resuena con la Generación Z. Ofrece un refugio frente al abrumador panorama digital y el estilo de vida acelerado que domina su día a día.
Deseo de autenticidad y logros artesanales
La Generación Z se guía por la autenticidad y las creaciones hechas a mano. Desea fabricar y tocar con sus propias manos todo aquello que los humanos han olvidado durante mucho tiempo: artesanías como elaborar vajillas de madera o cerámica, decorar sillas de madera de forma tradicional, utilizar molinillos de café manuales, encender chimeneas de ladrillo que calientan alimentos y hogares quemando leña, colocar cortinas de encaje o flores… También sienten el deseo de crear algo propio, como preparar mermelada de frambuesa recogiendo ellos mismos las frambuesas, lavándolas y preparándolas para la cocción.
Conexión con la naturaleza y sostenibilidad
Otra razón para esta estética tradicional es que permite a las personas conectar con la naturaleza y con su vida, dedicando su tiempo y energía a actividades cotidianas interesantes y no repetitivas. Por ejemplo, un interés por una vida más natural y por evitar el consumismo. Puede parecer curioso, pero a diferencia de muchas personas que en el pasado vivieron un estilo de vida tradicional, la Generación Z —a la que todos conocemos como la generación digital— se preocupa por la sostenibilidad y el medio ambiente. Otra razón es su atracción por decoraciones hechas con materiales naturales, no fabricadas por máquinas, sino elaboradas a mano, que además están en armonía con la naturaleza y respetan los principios de sostenibilidad. Es mucho más gratificante construir una casa para tu mascota utilizando madera recogida en el bosque que pedirla en la web de una tienda de animales.
Nostalgia del pasado e identidad cultural
La Generación Z busca una conexión más profunda con su historia e identidad cultural: cómo eran y son los seres humanos en un mundo libre de teléfonos, internet y redes sociales. Vivir en una cabaña con una decoración antigua y tradicional les evoca la experiencia de tiempos pasados. El estilo de vida Cottagecore puede, de algún modo, frenar el consumismo y permitir que las personas fabriquen y obtengan lo que necesitan dependiendo de sí mismas. Actividades como cultivar un huerto, cocinar o confeccionar su propia ropa, o recoger tomates que ellos mismos plantaron en primavera y cosecharlos para la cena, resultan muchas veces más placenteras que comprarlos en una tienda.
Vivir despacio (Living Slowly)
El Cottagecore, o estética tradicional que enfatiza la cercanía con la naturaleza, la decoración clásica y las actividades domésticas, ofrece a la Generación Z la oportunidad de escapar del ajetreo de la vida cotidiana y vivir en un ambiente pacífico y sin preocupaciones. En realidad, este tipo de vida es un regreso a la simplicidad, donde el ritmo se ralentiza y las personas pueden centrarse más en el momento presente. En el mundo acelerado de hoy, vivir con paz y sencillez es una vía de escape frente al estrés diario que resulta atractiva y relajante para una Generación Z que ha crecido en un entorno complejo y digital.